jueves, 30 de noviembre de 2017

Y LA SALUD LABORAL PARA LOS PROFESORES. ¿FUNCIONAN LOS COMITÉS DE SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO?

La protección, promoción y mejora de la salud laboral es un deber público, la Ley de Seguridad y salud en el trabajo establece los principios básicos relativos a la prevención de los riesgos profesionales para la Protección de la seguridad y de la salud y la eliminación o disminución de los riesgos derivados del trabajo
Podemos señalar que la enfermedad profesional es aquella contraída a consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena en las actividades que se especifiquen en el cuadro que se apruebe por las disposiciones de aplicación de la ley y que esté provocada por la acción de los elementos o sustancias que en dicho cuadro se indiquen para cada enfermedad profesional
Para que una enfermedad sea considerada “profesional” se deben cumplir dos requisitos fundamentales:
a) Que estas patologías estén incluidas en la ley
b) Que exista una relación causa efecto entre la enfermedad y la relación laboral.
Los profesores, deben realizar su trabajo de hablando durante muchas horas al día y a volúmenes excesivamente altos, cansa y desgasta la voz, rayendo como consecuencia trastornos foniátricos como son laringitis, pólipos o nódulos en las cuerdas vocales. La afectación de los nódulos en las cuerdas vocales es una patología, que afectan a los trabajadores de la enseñanza, que son catalogadas como enfermedad profesional en todos los países a excepción del Perú debido a que esta enfermedad no se encuentra en el anexo 5 del Reglamento de la ley N° 26790
Los principales síntomas de la enfermedad profesional son: de las alteraciones de voz son: ronquera, falta de intensidad, escozor, tos, quemazón, falta de aire al hablar, dolor en la zona faringe-traqueal y pérdida de voz (afonía).
Los factores de riesgo que tiene está actividad laboral son: hablar mientras se escribe en la pizarra, lo que obliga a elevar el tono de voz; tratar de imponer la autoridad con el grito; la exposición al polvo de tiza, que irrita las mucosas; el elevado número de alumnos, que provocan mayor nivel de ruido del entorno, lo que obliga a forzar la voz; y la impartición de determinadas asignaturas como Educación Física, que al realizarse al aire libre obliga a chillar para comunicarse con los alumnos, Idiomas, pues utiliza sonidos que no son propios del idioma nativo, o Música, que obliga a cantar o a explicar por encima de la música de fondo.
Cuanto más alto sea el ruido en el ambiente mayor será el esfuerzo que tendrán que realizar para comunicarse, forzando la voz. Por eso un factor que debemos tener en cuenta es la a acústica de las aulas. Demasiada reverberación, o poca, no ayuda a la transmisión del sonido, lo que favorece la aparición de cansancio vocal, la falta de humedad en el ambiente reseca las mucosas nasofaríngeas.
El exceso de frío o de calor, ventilación escasa o corrientes de aire, aire acondicionado, etc. porque pueden irritar las mucosas. Lo mismo ocurre ante la exposición a irritantes u otros agentes ambientales adversos; como el polvo de las tizas y el humo. Además debemos saber que la forma en la que emite la voz cada persona, y algunos de sus hábitos personales, pueden ser factores de riesgo a la hora de sufrir una patología relacionada con la voz, siendo la causa principal la falta de técnica vocal y el desconocimiento del mecanismo de emisión de voz.
Son factores de riesgo:
La utilización de un volumen de voz demasiado alto.
Inspirar constantemente por la boca, resecando las mucosas bucales, o hacerlo de forma insuficiente para mantener una voz sostenida y firme.
Utilizar incorrectamente las cajas de resonancia.
Articulación rápida y pobre sin marcar las letras y vocales.
Utilizar tonos de voz demasiado graves o demasiado agudos.
Estar tenso, estresado.

Continuará


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